lunes, 19 de septiembre de 2011

Corazas

La etimología tomada actualmente para la palabra coraza es el latín "coriacea" (hecha de cuero). La aceptación es masiva sin ningún género de duda, pues según dicen las primeras corazas se
hacían de cuero. Pero hay un detallito que han pasado todos por alto: el latín "corrigia" significa "correa" y bien podría coraza derivar de este término. La idea me vino al ver la definición de coraza en el DRAE 1729:

Armadura del cuerpo para su defensa, que se hace de hierro acerado y templado, y consta de peto y espaldar. Viene de la palabra correaza, porque antiguamente se hacían estas armas defensivas de correas de cuero fuerte anudándolas unas con otras. Se llaman también a los soldados o tropas de caballería armada de coraza. 

Siendo escéptico como soy con los diccionarios, cuya información a menudo debe ser contrastada por otras fuentes, me puse a investigar el asunto y...¡eureka! En efecto, todas las corazas llevan correas, con independencia de que se fabriquen o no con cuero. Dicen que al principio las corazas se hacían de cuero, lo cual no es muy exacto, pues la mención más antigua es del siglo XII y también las había metálicas. Un error muy similar se produjo con las lorigas, el cuero y las correas.

Siguiendo esta teoría muchas piezas encajan, pues los romanos o griegos nunca emplearon este término, a pesar de que muchos investigadores se empeñen en traducir "thorax" por "coraza". En época anterior al siglo XII hay sin embargo vestigios de armaduras que pudieron bien ser el origen de la coraza.

Ya en el segundo milenio antes de Cristo se empleaban en Oriente Medio planchas metálicas unidas por correas al tórax. En relieves asirios, desde el s.VIII a.C. en adelante, hay soldados equipados con estas corazas primitivas. Pectorales cuadrados unidos por correas eran ya conocidos en Italia en esta misma época. Abajo, foto de pectoral cuadrado (dibujo de Peter Conolly, copyright Osprey publishing).




Mas tarde aparecerán pectorales más sofisticados uniendo tres discos en una placa rectangular (típicamente samnita), e incluso pectorales redondos o cuadrados sencillos perdudarían en el ejército romano hasta el s.II a.C., en época de Numancia. Se halló en España un cardiophylax (guardacorazón) romano de bronce circular (siglo III-II a.C) con unas perforaciones que servían para coserlo sobre cuero o lino. Entre algunos gladiadores (thraex) se estandarizó el uso de guardacorazones para los combates. Este peto sujetado con correas por la espalda cubría, como su nombre indica, pulmones y corazón.


Parece ser que la llegada a España de los discos-coraza vino de Italia (Etruria en concreto). Aparecen por primera vez hacia el s.VI a.C., en tumbas de nobles normalmente. Estas piezas iban colocadas sobre un material acolchado para evitar el roce. Principalmente cubrían el pecho y espalda, aunque a veces también había discos adicionales para proteger los hombros y las caderas, formando con ello un primitivo arnés. Se fabricaban de hierro o bronce. Probablemente se hicieron de cuero endurecido también, pero al ser material perecedero no existen restos que lo confirmen. A continuación foto de pectoral redondo (dibujo de Angus McBride; copyright Osprey publishing).



El empleo de correas en armaduras por parte de los romanos no quedó ahí, la llamada "lorica segmentata" (término erúdito inventado en el s.XVI) fue habitual entre los siglos I a.C y II d.C.,
siendolo menos entre los s.III-IV d.C., que fue cuando desapareció por completo. A pesar de ello, la protección más frecuente (con diferencia) para el cuerpo fueron los coseletes (llamados "thorax") y lorigas.

Tenemos que avanzar casi un milenio para encontrar en un torneo celebrado en Barcelona en 1137 las palabras "peto" y "espaldar". La primera vez que aparece el término "coraza" es a finales del s.XII en el norte de Europa. La cita más antigua en España es de la segunda mitad del s.XIII.

Las corazas tenían la ventaja de poder ajustarse con sus correas sobre las lorigas, esto le dio una defensa adicional a la anticuada loriga (la cual en menos de dos siglos perdió su notoriedad). Había dos tipos de corazas: 

1-Las rígidas (hechas de cuero endurecido o metálicas):   Siempre cubrían el tórax, constaban de peto y espaldar. Las corazas fueron muchísimo más comunes entre la caballería (coraceros, soldados coraza, etc.) que entre la infantería. La propia palabra "coraza" es sinónimo de coracero a caballo. No olvidemos que un caballero puede soportar más peso que un peón.


2-Flexibles (habitualmente hechas de malla): Cubrían como mínimo el tórax, sin embargo debido a su naturaleza flexible podían extenderse por el tronco y los brazos. No olvidemos que "coraza" hace mención a correa y no a alguna parte del cuerpo en concreto. En un inventario hispano de 1372 se habla de "corazas de lana". 

Las corazas laminadas fueron llamadas en España durante los siglos XIII-XVI "fojas". Son un poco anteriores en tiempo a las corazas, sustituyéndolas cuando el soldado iba equipado con ellas. Las llamadas "fojas cumplidas" abarcaban el tronco y los brazos. Las "fojas" fueron consideradas por la literatura popular medieval arma de villanos.

Dependiendo del tamaño de las hojas había "fojas grandes" o "fojas ligeras". La malla estaba formada por láminas u hojas colocadas entre dos capas de tejido, al cual iban remachadas, haciéndolas invisibles desde fuera. Este sistema protegía el metal de los elementos. Habitualmente las láminas eran metálicas, aunque no sería descartable que también se fabricaran con cuero endurecido o hueso de ballena.

No fue hasta el siglo XVI en el que el término "coracina" (llegado desde Francia) comenzó a emplearse. Siendo las "fojas" de la familia de las coracinas. Abajo pueden verse unas fojas.



En Francia coracina (cuirassine) designaba exclusivamente a la brigantina. Siendo cuirassine
diminutivo de cuirass (coraza). Es probable que “cuirassine” viniese del italiano “corazzina”.
En la Inglaterra de 1278 llamaban a la coraza “quirettae”, también fue usual “pair of curates”. En un diccionario español-inglés de 1794 se traduce coracina por “mail cuirass”. Encorazado era el que
iba armado con coraza.

El significado de "brigantina" hace referencia a "infantería", es pues de imaginar que fuera común entre los peones. No he hallado ninguna mención de "brigantina" en España anterior al s.XIX,
de hecho la palabra no es aceptada por el DRAE hasta 1914. A continuación vemos unas fojas desde dentro.




García Llansó (1895) aporta datos interesantes sobre la coracina:



Existían dos clases de coracinas, la llamada de prueba y media
prueba de ballesta, según fuese el espesor de sus launas. Las
primeras distinguíanse por llevar una marca hecha con punzón
candente, siendo su peso de 11 a 12 kg., aunque existían algunas
más livianas que solo pesaban de siete a ocho kg., comprendida la
guarnición de acero. 

Construíanse otras de menor peso, con el peto rígido pero
agujereado, cubiertas de tela y provistas de un ristre que se usaba
para justar, cuyo peso era de cinco a seis kg. Las de guerra se
abrochaban sobre el pecho y las de torneo al costado derecho.

Cubría completamente el pecho y la espalda, las caderas y a veces
los brazos, y se atacaba por medio de botones o hebillas, por
delante y a los costados. Forrábanse interiormente de piel o tela
fuerte y de terciopelo o de recia seda la parte exterior, colocándose
las launas o láminas metálicas entre ambas telas, cuyos roblones
sobresalían en forma de cabeza de clavo.

Otros tipo de corazas fueron:

1-Un tipo de coracina llamada en España "pieza con faldón" (hoy se usa el término moderno "coat
of  plates") , el cual abarcaba pecho y abdomen. Se llamaba "pieza" al peto de la coracina.


2-El llamado "pair of curates" sería un peto y espaldar
fabricados de cuero endurecido o curado. 



6 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy interesante lo de las corazas, ciertamente... Una duda: ¿qué nombre recibía pues la lorica segmentata entre los mismos romanos? Alguno tendría para diferenciarla de la de malla o la de escamas, supongo.
Respecto a lo de "toda prueba" y "media prueba" era en concreto para ballesta de torno o ballesta de gafa.
Y las imágenes que pones como de la web de José Ignacio Lago, no son suyas. En realidad están copiadas de las ilustraciones de los libros de Osprey. La de arriba en concreto creo que es de Peter Conolly, y la del ibero es del extinto Angus McBride. O sea, el copyrigth es de Osprey. Te lo comento porque será mejor que lo especifiques, que ya sabemos como las gastan con ese tema.

Un saludo

Amo del Castillo

Anónimo dijo...

Por cierto, no puedo copiar el logo para poner el enlace en mi blog. Mándamelo a amodelcastillo@gmail.com

Un saludo

El Tormenta dijo...

No sé qué nombre recibiría la "lorica segmentata", lo que sí puedo decirte es que no es una loriga. Un romano de aquella época no la nombraría así.

Yo creo que se trata de una coracina de láminas alargadas. Es todo un misterio su nombre histórico. Tal vez la llamasen "thorax laminata", pues básicamente cubre el tórax con largas láminas. Esto sí podría cuadrar con la terminología de la época.

Mucho me temo que las coracinas a prueba de ballesta se refieren a las ballestas de torno, pues la mayoría de la información de Llansó es de los siglos XV-XVI, aunque él no lo especifica.

Arreglado lo de las foto. Ahora te mando el logo.

Saludos

El Tormenta dijo...

Debido a lo largo de las láminas, tal vez un guerrero medieval llamase a la "lorica segmentata": piezas, placas o platas.

Anónimo dijo...

Quiero decir que lo que se consideraba "a toda prueba" era contra ballestas de torno, y "a media prueba", contra ballestas de gafa. Obviamente, las primeras siempre eran más caras que las segundas. Esto es extensivo a las lórigas, las cuales llevaban en una axila una anilla con la marca del loriguero, así como la prueba que habían pasado.

Un saludo

Amo del Castillo

El Tormenta dijo...

Lapsus froidiano, creía que era una pregunta.

Desde ayer llevo dándole vueltas a la cabeza en escribir un artículo sobre "porras y similares" y su traducción al español. Tengo el gusanillo...

Creo que será el siguiente en caer.