Saetas: La saeta o sagitta en latín es un arma de etimología dudosa. Parece proceder de la raíz indoeuropea sag- (buscar, saber, sagacidad). Aparentemente no tiene relación alguna con nuestra arma desde el punto de vista del significado, de ahí la inseguridad general que existe en su origen etimológico. Abajo arquero cretense (copyright Osprey publishing).
Debemos remontarnos al s.VII para conocer la opinión de San Isidoro sobre la saeta:
Saeta deriva su nombre de "sagax ictus" (sagaz lanzamiento). Vuelan con plumas como las aves, para que la muerte alcance con más celeridad al hombre. Los primeros en utilizarlas fueron los cretenses, quienes las dotaron con plumas, como dijimos antes, para hacerlas más ligeras y capaces de volar.
Las plumas que nombra se colocaban en el extremo trasero del asta y son los estabilizadores de la saeta, a modo de timón, que permiten una trayectoria rectilinea del proyectil. Esto conlleva más precisión en el disparo. Debió ser una revolución sin precedentes en el campo de la caza y la guerra. El tamaño y disposición de las plumas variaba según el tamaño del hierro de la saeta y su propósito (caza, lorigas,escudos, etc.). Se emplearon plumas de diferentes tipos de aves: pavo, ganso u oca. En la antigua Grecia fue el buitre el ave elegida. En España fueron comunes los buclos de buitre para emplumar pasadores.
Más dudoso resulta aceptar que fuesen los cretenses los primeros en emplearlas a pesar de su bien ganada reputación como arqueros en toda la franja mediterranea. Multitud de pueblos indígenas colocan plumas a las saetas, lo que remonta su origen a la prehistoria. Incluso los dardos de cerbatana indígenas se emplumaban. Abajo aljaba con dardos de cerbatana.
Una vez sabemos el propósito de las plumas tiene sentido la hipótesis de Isidoro sobre "lanzamiento sagaz", aparte de coincidir con la raíz sag-. Nos encontramos con un proyectil nombrado con extremada frecuencia en los textos históricos para todo tipo de armas de proyectil basadas en el arco: Ballestas, escorpiones, balistas y arcos. Propiamente dicho la saeta es un hasta más o menos pequeña equipada con un hierro en la punta y emplumado en el extremo opuesto. Si no se cumplen alguna de estas condiciones nunca puede calificarse como saeta. La engorra es la vuelta o gancho de hierro de algunas saetas, que sirve para que no se caigan ni puedan sacarse de la herida sin gran violencia y daño.
Flechas: Del francés “flèche”, de origen incierto, quizá emparentado con el neerl. anticuado “vlieke” y bajo alem. ant. “fliuca”, y procedente de la forma fráncica correspondiente “fleuka” (de donde el cat. ant. “fleca” “flecha”). Deriv. Flechar 1495. Flechazo. Flechero, 1495. Flechilla. Se nombra por primera vez en España en 1397. La raíz indoeuropea es pleu- (fluir por el aire).
El DRAE afirma es una saeta larga y delgada que se tira con el arco flechándole. Flechar es estirar el arco, disparando la flecha. Añade el DRAE que de estos se suelen hacer arcos muy fuertes y que flechan mucho. Otro vocablo asociado es "flechaste": cada uno de los cordeles horizontales, ligados a los obenques, de medio en medio metro, de arriba abajo, de estas cuerdas que bajan de lo alto de los palos.
Debido al auge de las armaduras de platas en la Baja Edad Media, la ballesta sustituyó al arco en casi todos los países, los textos históricos lo confirman rotundamente. Únicamente el arco largo de tejo inglés le hacía algo de sombra a la ballesta, por eso los arcos más comunes en los ss.XV-XVI dejaron de ser pequeños para ser sustituídos por los grandes. Pienso que la flecha es la saeta típica del arco largo: la fecha de introducción en España y la capacidad que tendría de flechar un arco debido a su longitud la delatan claramente. En ningún caso deberíamos llamar "flecha" en español a las saetas empleadas con arcos medios o pequeños.
El vocablo inglés arrow deriva del latín arcus y designa todo tipo de saetas lanzadas con el arco. Las saetas para el arco corriente medían entre 40-70 cm. Esto contrasta con el arco largo inglés del s.XIV, que medía entre 1,82-1,92 m. de ahí que las flechas que requería tuvieran una longitud entre 76-91 cm.
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